sábado, 10 de junio de 2017

Reseña #55: El infinito eres tú

¡Buenas tardes reflejados! ¡Por fin llegó el finde! ¿Qué planes tienen? Yo acabo de terminar de ver el episodio 40 de la segunda temporada de Soy Luna y es muy bueno, aunque en el final siempre te dejan en suspenso :O ahora a esperar a Agosto para la segunda parte. Es demasiado tiempo. En general esta segunda temporada me decepcionó en parte porque metieron mucho más drama del necesario y algunos personajes perdieron la esencia que los caracterizaba en la primera. Pero bueno, no vine acá a hacer una opinión de la temporada de Soy Luna, sino a hablarles de mi lectura más reciente, teniendo en cuenta que en Mayo no leí nada. Sí, como oyen, nada. Sólo miré la primer temporada de Riverdale (les traeré reseña pronto) por lo que ponerme al día en ese mes será sencillo. De hecho, con esta reseña y una más ya tengo cubierto los meses de Abril y Mayo, y ya solo me faltan Enero, Febrero y Marzo (no termino más, chicos, pero sé que llegaré).
Eeeen fin, dejando de lado mi intro con datos que a nadie le interesan, he aquí la reseña de hoy.

Título: El infinito eres tú
Título original: Not after everything
Autor: Michelle Levy
Colección: Clarín “Historias que dejan huellas”
Género: Juvenil
N° de páginas: 352
Año de publicación: 2016
Editorial: Alfaguara Juvenil
ISBN: 9789877380620
Precio (Argentina) : $ 319,00

Sinopsis:
Tyler lo tiene todo: es popular, tiene una novia increíble y un grupo de amigos muy cercanos. Simplemente, tiene una vida perfecta. Pero un día gris, y de forma inesperada, su madre se suicida y toda su vida se desvanece. Ahora no solo tendrá que luchar contra sus sentimientos, sino que además deberá lidiar con los abusos físicos y psicológicos de un padre alcohólico y buscarse la vida, porque su padre se niega a mantenerlo. Así que Tyler empieza a trabajar de camarero en una cadena de comida rápida y, por casualidad, un día se encuentra con Jordyn, una antigua amiga de infancia, aunque ahora un poco más arisca y con pinta gótica.
Jordyn y su familia, a diferencia del resto del mundo, no lo tratan con pena y condescendencia, y se van convirtiendo en un sustituto de su hogar. Con la cercanía, Tyler empieza a sentir por Jordyn algo muy intenso, pero ahora que su padre es más brutal e impredecible que nunca, sabe que no puede arriesgarse a arrastrar a Jordyn al caos de su existencia. Cuando la violencia sacuda su nuevo mundo, Jordyn estará a su lado para empezar a pensar juntos un mundo nuevo.

¿De qué trata?
Tyler es un adolescente que, tras la muerte de su madre, toda la felicidad que pudo haber sentido se desvanece. A mi modo de ver, le da igual todo, desde no pertenecer al equipo de fútbol hasta si lo aceptarán en la  universidad o no. Y para colmo de males, como si perder a una madre no fuera suficiente sufrimiento, su padre es un alcohólico abusivo que apenas está en casa y si lo está, no pasa dos segundos sin que le grite a su hijo por cualquier cosa o le pegue sin motivo aparente. Todos sus conocidos y amigos se compadecen de él por la pérdida sufrida, más nadie lo trata como una persona normal salvo su psicólogo, que viene  a ser no solo un profesional, sino un amigo y el modelo de padre que Tyler siempre deseó. Pero eso cambia cuando se reencuentra con Jordyn, una antigua amiga de la infancia que esconde su personalidad dulce y vivaz bajo la apariencia de una chica gótica. Con ella y su familia, Tyler poco a poco recuperará la felicidad que alguna vez le fue arrebatada con la muerte de su madre.

Opinión Personal
Cuando comencé este libro, desde el minuto uno que leí a su personaje principal no me cayó bien, porque se notaba que era el chico popular que se mete en problemas y piensa las veinticuatro horas del día en sexo. Despreocupado, vivía la vida sin tener aspiraciones o sueños. Conforme iba leyendo, pude ver el cambio por el que pasa este personaje, gracias a Jordyn y a su familia. Porque esta no es la típica historia de amor cliché, sino es la historia de cómo el amor puede devolver la felicidad a alguien que hace mucho ya la perdió.
Como dice en la sinopsis, la vida de este personaje era cuando menos perfecta, era capitán del equipo de fútbol, sacaba notas medianamente buenas en el colegio, tenía una novia tan popular como él, y era bien sabido que su futuro en una buena universidad estaba más que asegurado. Sin embargo, en su casa esa vida no era tan color de rosa: su padre era abusivo y alcohólico, siempre golpeaba y maltrataba a su esposa, hasta que un día ésta no lo soportó más y se quitó la vida. Para Tyler este fue el momento en el que todo se vino abajo. Él y su madre planeaban irse de la ciudad lejos una vez que se graduara del colegio, a una nueva vida alejada de su padre. Y ahora, el ser que más amaba se fue, y él no puede evitar sentirse culpable por eso cada día de su vida. No me empezó a caer bien hasta que eventualmente su vida mejora con la ayuda de Jordyn, hasta que comencé a comprender todos los dolores, todas las culpas que él sentía por lo que le sucedió a su madre.
Un buen día, buscando trabajo, se reencuentra con Jordyn, con quien comienza una amistad, (más bien resurge, porque se conocían de chicos) que le enseña que los buenos momentos en la vida aún están ahí, solo hay que buscarlos. Jordyn es de padres divorciados, que se volvieron a casar cada uno con su respectiva pareja. Sin embargo, la muchacha se lleva muy bien con su padrastro, un hombre amable y servicial que no duda en darle trabajo a Tyler cuando lo necesita en su tienda de fotografía. Jordyn es el claro ejemplo de que las apariencias engañan, porque ella oculta su belleza bajo miles de capas de maquillaje y ropa gótica, queriendo dar la sensación de tener una personalidad muy contraria a la que realmente tiene: es dulce, vivaz y divertida. Siempre está ahí para dar una mano a Tyler, y para aconsejarle que tome las riendas de su vida de una vez por todas y no permita que su padre siga tratándolo como le dé la gana.
De las relaciones que más me gustaron del libro sin duda fueron las de Tyler y Jordyn, cómo juntos se complementan y ayudan al otro a superar los vaivenes de la vida, y es la luz en medio de la oscuridad en el día a día del protagonista. También me gusta cómo se lleva Jordyn con su padrastro, ambos hacen bromas todo el tiempo y pasan momentos muy lindos juntos. A pesar de lo disfuncional que pueda parecer la familia de Jordyn (en el sentido de que tiene a sus padres biológicos y madrastra y padrastro respectivamente) todos se llevan muy bien y son felices, es la típica familia que se reúne los domingos a almorzar todos juntos.
Respecto a la trama, al principio no consiguió engancharme por completo, pero conforme pasan las páginas la historia se vuelve más interesante. Vemos cómo el protagonista lidia con el suicidio de su madre y el abuso de su padre, cómo descarga todo lo que siente con su psicólogo, quien lo ayuda muchísimo y es como un amigo para él; para finalmente acompañarlo en las decisiones que toma acerca de su vida, donde se replantea algunas cuestiones y decide que la oportunidad de una buena vida está a su alcance, sólo tiene que tomar las decisiones correctas. Es una historia de cambios, de metamorfosis, de aprender a soltar, a dejar de sentirse mal por cosas de las que uno no tiene la culpa de nada, y de empezar a pensar (y trazar) un futuro mejor; no dejando nunca de tener esperanza.
No es el mejor libro que he leído, pero me gustó por su originalidad, por mostrarnos una historia de amor que no cumple con la función de ser eso, una historia amorosa, sino que está para dar un giro de 180 grados a la vida de una persona en la que las ganas de vivir, de progresar, se extinguen poco a poco, al igual que las esperanzas de una madre de ser feliz.
Calificación: 7/10.


En resumen, este comenzó siendo un libro que en principio no me gustó y que incluso consideré en dejarlo, pero no lo hice y por suerte la historia se puso más interesante conforme iba avanzando. Y un consejo antes de irme: si un libro no les atrapa demasiado y deciden leer una reseña cuando van por las primeras páginas, pueden hacerlo, pero a veces les quita las ganas de seguir leyéndolo. Me pasó a mi con este, pero tomé la decisión de continuar la lectura, y me dejó con un buen sabor de boca este libro, aunque no sea de los mejores que leí. 
Ustedes ¿ya leyeron este libro? ¿Les gustó? ¿Cómo ven el abordaje del tema del suicidio? ¿Amaron la relación de Jordyn y su padre tanto como yo? 
¡Nos leemos en los comentarios! Un beso grande.

3 comentarios:

  1. Lo acabo de terminar después de 2 años, no tenía mucho tiempo. Lloré y me hubiese gustado una carta de su mamá como para que el sane esa herida y no tuviera que renunciar a volver a Colorado, siendo que está capitán y los padres de Jordyn y Jordyn.

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    Respuestas
    1. Siii, duele demasiado el final, llore muchisimooo

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    2. Holaa Sabrina. Hace años que no me paso por mi blog y tuve que releer mi propia reseña. Y vaya, debió de haber sido un libro buenísimo.
      Creo que una carta de su madre hubiera estado bien, como dices, le habría ayudado a sanar la herida.

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